lunes, 2 de junio de 2014

¿Qué es el síndrome de Estocolmo?

En 1973 se produjo un intento de asalto al Banco de Crédito de Estocolmo, en Suecia. Los atracadores tomaron como rehenes a varias personas, llegando a atarlos con dinamita en la cámara acorazada del banco durante seis días. El caso es que los rehenes crearon un vínculo emocional con sus secuestradores hasta el punto de defenderles ante la policía, incluso una rehén y un captor se comprometieron en matrimonio.
 
 
A partir de ese momento hablamos de síndrome de Estocolmo cuando se presentan conductas de gratitud o afecto de la víctima hacia el captor.
 
Según diversos análisis podemos concluir que este apego emocional hacia el agresor es una estrategia de supervivencia de algunas víctimas, ya que no todas lo desarrollan.
 
 
 
 Algunos síntomas son:
  • Sentimientos positivos de la víctima hacia el captor.
  • Sentimientos negativos de la víctima hacia su familia, amigos o autoridades que intentan rescatarlo o ayudarle.
  • Apoyo de causas y razones del secuestro por parte de la víctima.
  • Apoyo al secuestrador.

El instinto de supervivencia es muy fuerte, por esa razón se explica que el rehén llegue a sentir que su captor es magnánimo simplemente por permitirle seguir con vida, por lo que le está agradecido y le empieza a ver de manera positiva, identificándose y cooperando con él.
Asimismo, el aislamiento del mundo exterior favorece que la persona retenida vea el mundo desde los ojos de su captor de este modo simpatiza aún más con él.
 
El síndrome de Estocolmo se conoce también como síndrome de supervivencia de identificación o vínculo traumático.

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