-¿Cómo es la gente que vive aquí?
El anciano le respondió con otra pregunta:
-¿Cómo es la gente del lugar donde vienes?
El joven le dijo:
-Muy egoísta, envidiosa y vengativa.
El viejo replicó:
-Pues esa misma gente encontrarás aquí.
Más tarde llegó otro joven que hizo la misma inquietud que el anterior:
El anciano le hizo la misma pregunta:
-¿Cómo es la gente del lugar donde vienes?
El joven le contestó:
-Confiable, amable, justa, y con mucho amor para los demás
A lo que el anciano respondió:
-¡Pues esa misma gente es la que encontrarás aquí.
El nieto del anciano preguntó entonces:
-¿Por qué has dicho eso abuelo?
A lo que el abuelito le respondió:
-Cada persona crea su ambiente externo con lo que sale de su corazón, y por su forma de percibir las cosas"
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Se podría decir que no vemos al mundo tal como es, sino tal como somos.
Es lo que en psicología se conoce como "proyección".
Si sólo percibimos malas intenciones en los demás, egoísmo, desconfianza, malos modos... antes de enjuiciar o culpar al resto, quizás deberíamos examinarnos, porque puede ser que como en un espejo, lo que vemos sea un reflejo de lo que somos nosotros.
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