Cuando se nos presentan adversidades es normal caer en el desánimo, pero no debemos quedarnos estancados ahí porque si el derrotismo se apodera de nosotros, todo va a empeorar.
Lo ideal es tomar las riendas de nuestra vida, confiar en la fuerza interior que todos tenemos y apoyarnos en ella para buscar soluciones y así, seguir avanzando sin miedo.
Invictus
Desde la noche que sobre mí se cierne,
negra como su insondable abismo,
agradezco a los dioses, si existen,
por mi alma invicta.
Caído en las garras de la circunstancia,
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
nadie me vio llorar ni pestañear.
Bajo los golpes del destino,
mi cabeza ensangrentada sigue erguida.
Más allá de este lugar de lágrimas
e ira yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años,
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
e ira yacen los horrores de la sombra,
pero la amenaza de los años,
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el camino,
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.
cuán cargada de castigo la sentencia.
Soy el amo de mi destino;
soy el capitán de mi alma.
William Ernest Henley
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