"Había
una vez un hermosísimo lirio que crecía en un extremo del campo,
rodeado de piedras y ortigas que admiraban su belleza, con ellos el
lirio vivía feliz.
Un día, visitó ese lugar un cuervo, el lirio
trató de ser su amigo, pero el pájaro lo rechazó y despreció la
fealdad y pobreza de sus compañeros.
-“No sé como puedes vivir
aquí, entre piedras y ortigas", le dijo. "Crees que este lugar es hermoso,
porque no conoces la verdadera belleza. Yo sí conozco lugares
encantadores donde los lirios pueden lucir plenamente su belleza y
ser admirados por quienes merecen la pena".
El cuervo volvía casi a diario, y siempre repetía el mismo discurso.
Con el tiempo, el lirio comenzó a lamentar su suerte a sentirse horrible, a odiar a los que vivían a su lado, a quienes ahora veía feos y miserables.
Hasta que un día, el lirio ya no pudo aguantar tanta desdicha y le dijo al pájaro -“Quiero irme de aquí, llévame a esos lugares fabulosos que conoces, donde yo pueda lucir mi belleza en todo su esplendor”·
El pájaro entonces arrancó el lirio con el pico... Al cabo de unos
minutos el lirio comenzó a marchitarse y a las pocas horas murió".
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Moraleja:
No sigas ni escuches a las personas que enturbian tus pensamientos,
ten claro todo lo que vales, toma tus propias decisiones y se tú mismo. Examina a quien trata de
convencerte o influir en ti: Intenta rodearte de personas optimistas,
positivas, que te valoren por quien eres, no por lo que tienes.
Aléjate de aquellas que te quitan la paz, que te roban la ilusión y
hacen que dudes de tus cualidades.
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