Cuando conocemos a personas que han sufrido una catástrofe personal como la muerte de un hijo, un atentado, una enfermedad muy grave... nos podemos preguntar cómo pueden continuar adelante.
Muchas veces incluso, no sólo continúan sino que dicen haber aprendido una lección de vida, que les hace verla desde otro punto, que les hace vivir más intensamente y valorando lo importante.
Son personas resilientes.
El origen de la palabra resiliencia está en el latín, en el verbo resilio que significa rebotar.
Pero en Psicología, la resiliencia no hace sólo referencia a rebotar de una experiencia difícil sino también a salir fortalecidos de ella.
Construir resiliencia.
La resiliencia puede ser aprendida y desarrollada por cualquier persona. Intenta potenciar estos factores:
1.- Establece relaciones. Es importante establecer buenas relaciones con familiares cercanos, amistades y otras personas importantes en tu vida. Aceptar ayuda y apoyo de personas que te quieren y escuchan, fortalece la resiliencia.
2.- Evita ver las crisis como obstáculos insuperables. No puedes evitar situaciones estresantes, pero si puedes cambiar tu reacción ante ellos. Trata de mirar más allá del presente y piensa que en el futuro las cosas mejorarán.
3.- Acepta que el cambio es parte de la vida. Es posible que como resultado de una situación adversa no te sea posible alcanzar ciertas metas. Aceptar las circunstancias que no puedes cambiar te puede ayudar a enfocarse en las circunstancias que si puedes alterar.
4.- Muévete hacia tus metas: Desarrolla metas realistas. Haz algo regularmente que te permita moverse hacia sus metas, aunque te parezca que es un logro pequeño. Enfócate en las cosas que puedes lograr hoy y que te ayudan a caminar en la dirección hacia la cual quieres ir.
5.- Lleva a cabo acciones decisivas. En situaciones adversas, actúa de la mejor manera que puedas. Llevar a cabo acciones decisivas es mejor que ignorar los problemas y las tensiones, y desear que desaparezcan.
6.- Busca oportunidades para descubrirte a ti mismo. Muchas veces como resultado de nuestra lucha contra la adversidad, las personas podemos aprender algo sobre nosotras mismas y sentir que hemos crecido de alguna forma a nivel personal, que apreciamos más la vida.
7.- Cultiva una visión positiva de ti mismo. Desarrollar la confianza en tu capacidad para resolver problemas y confiar en tus instintos, ayuda a construir la resiliencia.
8.- Mantén las cosas en perspectiva. Aun cuando te enfrentes a eventos muy dolorosos, trata de considerar la situación que te causa tensión en un contexto más amplio, y mantén una perspectiva a largo plazo. Evita agrandar los acontecimientos fuera de su proporción.
9.- Nunca pierdas la esperanza. Una visión optimista le permite esperar que ocurran cosas buenas en su vida. Trata de visualizar lo que quiere en vez de preocuparse por lo que temes.
10.- Cuídate. Presta atención a tus necesidades y deseos. Realiza actividades que disfrutes y encuentres relajantes. Haz ejercicio regularmente. Cuidar de nosotros mismos nos ayuda a mantener mente y cuerpo listos para enfrentarse a situaciones que requieren resiliencia.
Podemos pensar en la resiliencia como si fuera un viaje río
abajo en una balsa. En un río, podemos encontrar rápidos, virajes, aguas lentas y remolinos. Como en la vida, viajar por el río, nos ayuda el conocerlo y recordar las
experiencias pasadas que hemos tenido con él.
La perseverancia y la confianza en nuestra capacidad para evitar las rocas y otros obstáculos son importantes. Podemos ganar valor y
perspicacia al navegar con éxito en las corrientes.
Podemos bajarnos de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar nuestro viaje, tenemos que volver a subirnos a la balsa y continuar navegando.
Podemos bajarnos de la balsa y descansar en la orilla del río. Sin embargo, para terminar nuestro viaje, tenemos que volver a subirnos a la balsa y continuar navegando.
Para saber más:
https://www.apa.org/centrodeapoyo/resiliencia-camino.aspx#
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